Estamos a las puertas
de una nueva temporada de baloncesto, pronto volverán esos sábados de partido y
esos días de entrenamiento, todo ello para participar en una liga repleta de
virtudes pero no por eso, ausente de defectos.
Es coherente y
necesario que esta liga potencie sus virtudes, que todos disfrutemos y lo
pasemos en grande haciendo lo que más nos gusta pero, es hora de plantearse
¿Dónde vamos? ¿Qué queremos?
Esta opinión, no es
otra cosa que una valoración del “tiempo” en el juego y su impacto sobre este,
¿Está infravalorado? Si, un rotundo SI. Como jugador de baloncesto solo me vale
la victoria, todos queremos ganar, para eso jugamos. No obstante, olvidamos la
importancia que supone este deporte como entretenimiento, como diversión.
Sinceramente, que
persona ajena a la liga, seguidor del deporte, desearía ver una liga donde el
tiempo de posesión es ilimitado, que persona desea ver el final emocionante de
un partido donde se jueguen posesiones de minutos para defender la victoria,
que conclusiones saca una persona cuando ve un marcador demasiado bajo donde
básicamente, no se han llegado a 20 posesiones en todo el partido por equipo.
Estas son, muchas de las preguntas que un servidor se hace, y que está seguro,
de que no es el único.
Por ello, uno de los
objetivos que se tiene que marcar la organización de esta liga debe ser paliar
los efectos de una posesión ilimitada, ya sea obligando a utilizar marcadores
de tiempo o instando a los árbitros a que piten pasivo, y esto último, todos
pensaremos que sería un aspecto muy subjetivo, pero sinceramente, contamos con
árbitros experimentados y preparados para esto.
Todos debemos ser
conscientes y actuar con sentido común ante esta problemática, debemos dejar de
pensar en nosotros mismos y pensar en la prosperidad de la liga, no debemos
caer en el estancamiento y al igual que ya han evolucionado ciertas cosas, debe
evolucionar un aspecto tan importante para el juego como este.
Echando la vista atrás,
todavía recuerdo la final de la temporada pasada donde se enfrentaron los
mejores equipos de la liga, así lo decía la clasificación. Fue un momento en el
que uno deja lo que está haciendo, coge el coche y se presenta en Estepa para
presenciar un partido de baloncesto, para disfrutar y aprender.
Sin embargo, y como
opinión personal, el tiempo y sus ilimitaciones influyeron en demasía en el
transcurso del partido como espectáculo, como tiempo de diversión para todas
las personas que nos concentramos en sus gradas, porque nosotros señores, si
algo queremos, es disfrutar del baloncesto.
Este partido, fue por
momentos falto de ritmo, con posesiones demasiado largas y por ende, con un
pobre marcador final. Fui allí, con la intención de disfrutar de grandes
jugadores de baloncesto, de los mejores de la liga, puesto que así lo decían
las tablas, pero llegue a casa vacío y con mentalidad de cambio. Y mejor no
hablar de la entrega de trofeos…
En fin, hago un
llamamiento a la reflexión y a la autocrítica, al fin y al cabo es una opinión
y ni mucho menos pretendo decir alguna cosa que cree rencillas o provoque mal
estar en algunos. Pero si algo tengo claro es que, el espectáculo señores, fue lo que el tiempo se llevó.